Bueno, bueno, bueno. Antes de nada, pido disculpas al foro por haber tardado tanto en plasmar mi reflexión acerca de este tema, pero salvo hoy, he ido algo ocupado, y estas cosas conviene escribirlas con una cierta calma ambiental.
Vayamos por partes.
La cuestión que plantea Berni es muy interesante, para variar un poco, y es algo que yo también siempre me he prguntado. Nos enseñan matemáticas, lenguaje, geografía, historia.. todas ellas materias y disciplinas excelentes para nuestra formación como individuos capaces de desempeñar tareas y de tener un bagaje cultural digno en nuestra sociedad. Pero... ¿y cómo ciudadanos, quién nos enseña?
La ciudadanía exige de nosotros mismos una gran responsabilidad, ya que por lo menos en la legalidad puesta por escrito, es decir, en nuestras cartas magnas, y más concretamente en una carta magna que se promulgó en 1978 y a la que llamamos Constitución Española de 1978, tenemos esta cita, similar a otras:
Artículo 1.
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
Centrémonos en el apartado 2 del primer artículo de la Constitución Española, aunque como ya he dicho esto podría valer para cualquier estado que se dignase a autoproclamarse democrático.
Resulta que, tanto en el ámbito teórico como en el práctico (aunque este último no lo tengamos tan claro muchos de nosotros), ejercemos algo tan importante como la soberanía.
Bien, si eso no conlleva una grandísima responsabilidad por parte de todos nosotros y nosotras, pues ustedes me dirán.
Ejercer la soberanía ha dejado de ser un privilegio exclusivo de reyes para convertirse en una acción continua y responsable. Depende de nosotros el que esa soberanía se ejerza de la manera más directa posible y sin caer en las excesivas delegaciones que acaban por alejarnos del ejercicio de nuestro poder.
Ahora bien, parece ser que para ser médico, arquitecto, operador de grúa, conductor de autobús, capitán de navío, mecánico, fontanero... se requiere una cierta preparación, más o menos teórica, más o menos complicada, más o menos especializada...
Muchas de estas profesiones requieren una gran responsabilidad, responsabilidad que puede tener graves consecuencias penales en caso de desestimarla o de actuar con negligencia.
¿Y quién nos enseña a ser responsables con algo tan importante como es participar en el manejo de un estado? ¿Por qué no sentimos como propio sino como algo enfrentado a nosotros esos tres poderes que provienen de nosotros mismos?
¿Quién, cómo y cuándo se nos enseña a ser ciudadanos, a saber estar informados, a tener un buen espíritu crítico y a saber valorar las opiniones en su justa medida, a ser tolerantes, a decidir por el bien común, a tener en cuenta la pluralidad y el pluralismo como valores útiles para la sociedad, en fin, a tomar decisiones, a conocer nuestros derechos y sobre todo a tener estima por nuestros deberes?
Supongo que no hace falta de momento responder, pero... ¿por qué un matemático, por poner un ejemplo, confía la enseñanza de las matemáticas de su hijo al sistema educativo y en cambio hay un rechazo por lo menos de una parte de los ciudadanos a que desde el sistema se puedan enseñar procedimientos para ser ciudadano y ejercer el poder desde una postura sana, crítica y racional?
Bueno, realmente no he hecho más que reabrir la cuestión, desarrolando un poco más lo que planteó Berni en su momento. Supongo que de todos modos se ve ya por dónde van los tiros. De momento lo dejo aquí, y en otra intervención comentaré la postura de onwheels, a ver si entre todos llegamos a alguna reflexión conjunta que pueda ser de provecho para tod@s. Un saludo y hasta pronto.